El pasado 23 de septiembre de 2023, inmediatamente después de la 20ª Conferencia Trienal del ICOM-CC, se celebró en el Institut Valencià d’Art Modern un simposio organizado por el Grupo de Trabajo de Conservación de patrimonio fotográfico del ICOM-CC en colaboración con el Grupo Español del IIC (Ge-IIC). Más de 30 profesionales relacionados con la conservación del patrimonio fotográfico y residentes en 10 países se reunieron para debatir la definición de los términos fotografía en general (como método de creación) y de una fotografía en particular (como objeto), y cómo estos conceptos se relacionan con la conservación del patrimonio cultural.
El simposio pretendía contrastar distintas sensibilidades y opiniones con la intención de encontrar nuevas definiciones. Para que el debate fuera fácil y productivo, la jornada de trabajo se dividió en dos partes, pasando de ideas más generales a puntos concretos.
Figura 1. Presentación simposio con Lénia Oliveira Fernandes representante del PMWG ICOM-CC, Nuria Enguita directora del IVAM, Pablo Ruiz coordinador del simposio y Alejandra Nieto representante del GCPF GE-IIC. © Nacho Rubiera.
La mañana comenzó con una breve introducción a cargo de Pablo Ruiz en la que se utilizó la IA para mostrar diferentes definiciones de fotografía y subrayar sus puntos en común y sus lagunas. A continuación, cuatro conferencias impartidas por Rachel Tabel, Rosina Herrera Garrido, Felice Robles y Marta García Celma ilustraron, desde el punto de vista de los conservadores, el amplio abanico de interpretaciones relacionadas con el patrimonio fotográfico en las instituciones culturales. Se compartieron ideas interesantes como el alcance de nuestra especialidad, la complejidad de la fotografía, su carácter integrador y su constante evolución. Posteriormente, se abrió una mesa redonda entre los ponentes para establecer algunos puntos en común y se exploraron las ideas de cierta ambigüedad como tecnología, postfotografía, lenguaje visual, materialidad, fotosensibilidad, evolución, etc.
Figura 2. Debate entre las ponentes Rosina Herrera, Felice Robles y Marta García. © Nacho Rubiera.
Cuando el debate se abrió al público muchos participantes expresaron la complejidad de encontrar una definición. Se señaló que la definición debía incluir ideas como la interacción entre la superficie y la energía, la técnica, la imagen, pero también la percepción humana, la memoria y la comunicación…
Por la tarde se organizó un debate entre todos los asistentes para explorar las distintas perspectivas del público. Se dividieron en cinco grupos de trabajo dirigidos por un coordinador y trabajaron sobre cuestiones como: ¿Qué diferencia a la fotografía de otras artes visuales? ¿Cómo afectan las tecnologías a la definición de una fotografía? ¿Es necesario que una fotografía tenga una forma física?
Figura 3. Debate de la tarde entre los asistentes. © Pablo Ruiz.
Después, cada coordinador de grupo compartió un resumen de sus conclusiones, construyendo una serie de aportaciones que ilustraron la amplitud del concepto de fotografía. Algunas de estas ideas estaban relacionadas con los cambios del concepto de fotografía junto con los comportamientos en torno a ella, así nos encontramos con: la importancia del contexto en el que se aplica el término, los márgenes difusos de los usos artísticos de la fotografía, la independencia de una fotografía de las herramientas específicas utilizadas para crearla y el lenguaje específico de la fotografía.
Surgieron algunos desacuerdos sobre la materialidad de la fotografía, sobre cómo y quién decide qué es o no es una fotografía, respecto a la idea de que todo lo que no es fotosensible no es fotografía y, como era de prever, sobre la diferencia entre imágenes analógicas y digitales.
La sesión de conclusiones reveló opiniones muy diversas. Sin embargo, abrir el debate a puntos de vista contrapuestos permitió comprender mejor la amplia naturaleza del término fotografía. Todos los participantes tuvieron que replantearse sus propias nociones preconcebidas. Aunque no fue fácil llegar a puntos comunes, algunas ideas quedaron más claras tras el debate, de las que se pueden destacar las siguientes:
- La fotografía se basa en reacciones que cambian el estado de la materia para generar una imagen duradera (fija).
- La fotografía capta un momento preciso basado en una realidad concreta que luego puede interpretarse. Por lo tanto, es un lenguaje en sí mismo que se relaciona con la intencionalidad y su posterior interpretación.
- Una fotografía no depende del uso de una cámara, pero el uso de dicho dispositivo es un factor fundamental en la fotografía.
- Una imagen por sí misma no es una fotografía, pero si se realiza en un soporte fotográfico, se considera una fotografía.
Figura 4. Puesta en común de las conclusiones © Nacho Rubiera.
En cualquier caso, lo que ha quedado claro tras todas estas reflexiones es que definir la fotografía es tan complejo como su historia y su uso. Dada esta complejidad, y hasta que podamos concretar una definición precisa de lo que en la actualidad significa la fotografía para la sociedad del siglo XXI, podemos pensar en el adjetivo “fotográfico” para incluir todo lo relacionado con la fotografía, incluso cuando se crea fuera del contexto de la “pura” fotografía.
Los organizadores agradecen a todos los participantes en este simposio su franqueza y entusiasmo sobre el tema.
¡Sigamos conversando y debatiendo!
Figura 5. Finalización del Simposio. © Nacho Rubiera.
Este debate y todo lo ocurrido en él se ha llevado al 52 congreso anual del AIC, “Expect the Unexpected”, en Salt Lake City Utah, USA, celebrado los días 21 a 24 de este pasado mes de mayo. Además, la ponencia realizada por Pablo Ruiz en representación del GE-IIC, sirvió para trasladar al público americano la necesidad de replantear los cimientos de la especialidad de conservación del patrimonio fotográfico para adecuar sus fundamentos a la realidad sociocultural de este avanzado siglo XXI.